Es un hecho conocido que nuestro
Grupo siempre ha apostado por la gestión directa de los servicios públicos
municipales. Es decir, por la gestión pública de los mismos, porque estamos
convencidos de que es la única manera de garantizar por completo que el único
objetivo de esa gestión sea el de la calidad del mismo y que no haya por el
medio intereses lucrativos de empresas privadas.
Bien gestionado por responsables
municipales, cualquier servicio resulta mas barato al erario público, ya que
llevando a cabo similares actuaciones, se evita el gasto que supone el
beneficio de la empresa privada adjudicataria,
que habrá de sumarse, en caso de la privatización, al coste total de dicho
servicio.
Otra posibilidad es que para no
incrementar el gasto, el Ayuntamiento pudiera licitar un servicio determinado
por la misma cantidad que costaría a las arcas municipales su gestión directa y
que quedara al albedrío de la empresa adjudicataria la fórmula para la
obtención de su beneficio. Si bien en este caso al Ayuntamiento no le costaría
más dinero que si lo gestionara directamente, es evidente que la empresa, para
la obtención de sus ganancias, tendría que rebajar al coste del servicio y no
hay otra forma de hacerlo que no sea recortando presupuesto –y bajando por
tanto la calidad de los servicios prestados o disminuyendo la remuneración del
personal o prescindiendo de parte de éste- o repercutiendo el coste de sus
ganancias sobre el usuario del servicio, esto es, subiendo los precios.
Por consiguiente, podemos afirmar
que no existe una fórmula que garantice que un servicio privado pueda ser de
mejor calidad o costar menos dinero, sin que esto repercuta en la calidad, en
una precarización de los puestos de trabajo o en un incremento del coste para
los usuarios de ese servicio.
Recientemente hemos podido ver la
demostración de toda esta teoría en los problemas surgidos con la empresa que
gestionaba la limpieza del Centro de Salud y de los tres colegios públicos del
Casco Urbano de Alpedrete (Santa Quiteria, El Peralejo y Clara Campoamor). Todo
fueron problemas con las retribuciones de las trabajadoras y con las horas de
servicio, un regateo continuo y un quebradero de cabeza.
En vez de pensar el Equipo de
Gobierno en que el Ayuntamiento asuma de nuevo la gestión del servicio de
limpieza, lo vuelve a sacar a concurso y tras las gestiones pertinentes se le
adjudica a una empresa distinta, que presenta una oferta económica muy rentable
al Cosistorio.
Tras reunirse las trabajadoras
con nuestro Portavoz, Arturo Trigo, éstas le manifiestan que los responsables
de la nueva empresa les dispensan un trato autoritario y hasta vejatorio, que
les obligan a trabajar mas horas de las que tienen en contrato, por no
contratar el personal suficiente y además no les pagan con arreglo a convenio, esto es, bastante menos de lo que les corresponde.
Pusimos estos hechos en
conocimiento del Equipo de Gobierno y además les recomendamos que se pensaran
devolver este servicio a la gestión directa del Ayuntamiento.
Un mes más tarde de la adjudicación,
el Ayuntamiento se ve obligado a rescindirle el contrato a la empresa. Pero de
gestionarla directamente, nada.
Actualmente se ha hecho cargo de
este servicio la empresa LOEZ, que ya trabajó para el Ayuntamiento
anteriormente y por un período de cinco meses, hasta que se vuelva a sacar a
concurso.
Una vez más recordamos a María
Casado y a su Equipo de Gobierno, que las privatizaciones no son la solución y
que nosotros defendemos el modelo de la gestión pública de los servicios
municipales, porque es la única que puede garantizar la mejor relación calidad
/ precio de éstos, así como las mejores condiciones laborales de los
trabajadores y mayor satisfacción de los usuarios.
Anunciamos que estaremos
vigilantes por la evolución de este asunto y muy atentos a la situación de la
plantilla para que cuando se produzca la adjudicación definitiva en unos meses,
se garanticen plenamente los derechos y condiciones laborales de estas
trabajadoras.
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